Diferencias entre el acero laminado en frío y en caliente
El proceso de laminación consiste en un conformado mecánico en el que el metal pasa por pares de cilindros para reducir su uniformidad y grosor. Ya se habrá dado cuenta de que hay varios tipos de placas de acero, cada una con un grosor específico. Este proceso es el que está detrás de este resultado.
Existen marcadas diferencias entre el acero laminado en frío y en caliente. Cada uno de ellos está mecanizado de forma diferente. Como su nombre indica, el primero se calienta y posteriormente se enfría, mientras que el segundo solo se somete a altas temperaturas.
Parece un simple detalle, pero tiene la capacidad de cambiar enormemente el aspecto del producto final. En la práctica, el acero laminado en caliente tiene una superficie más rugosa con bordes ligeramente redondeados. El acero laminado en frío, en cambio, tiene una superficie más lisa y bordes afilados.
Este aspecto cambia drásticamente la aplicación del acero en diferentes industrias. Se pueden laminar varios formatos, como barras, placas, bujes y palanquillas. Las industrias de tuberías, por ejemplo, son grandes entusiastas de este tipo de acero.
Es importante entender que el laminado es un proceso de conformación del metal y de sus aleaciones metálicas, no exclusivo del acero. El proceso es similar al de abrir una masa de pizza. Pero en lugar de limitarse a «afinar» el material, el beneficio reside en mejorar las propiedades mecánicas en el material final.
Una mayor resistencia, elasticidad y alargamiento del material son algunas de las posibles ventajas que permite el proceso de laminación. A continuación, hemos separado todo lo que necesita saber sobre este procedimiento y las diferencias que presenta.
¿Qué es la laminación en caliente del acero?
El acero laminado en caliente es un material sometido a un proceso de mecanizado que tiene lugar a temperaturas superiores a 1.000ºC (y que terminan entre 700ºC y 900ºC). Al pasar por este proceso, el acero se vuelve más flexible y tiene mayor facilidad para ser moldeado en comparación con el acero más frío.
Después de este procedimiento, el acero se enfría ligeramente para eliminar el riesgo de que se produzcan tensiones en el material debido al endurecimiento o al templado. En este punto, este material se contrae, lo que hace que su tamaño y forma finales sean menos predecibles que los del acero laminado en frío.
La ventaja del laminado en caliente es que permite varios formatos y piezas. El mecanizado se puede utilizar, incluso, para crear piezas de gran tamaño. La textura, que suele ser más rugosa, se puede eliminar con algunas técnicas como el decapado, el esmerilado o el chorro de arena.
Aplicación del acero laminado en caliente
El acero laminado en caliente tiene varias ventajas, como la maleabilidad, la mayor ductilidad y la tenacidad. Debido a estas características, el material suele ser más fácil de moldear y se utiliza en componentes estructurales. Vea a continuación dónde se puede aplicar:
- Vigas I;
- Máquinas agrícolas;
- Placas de metal;
- Tubos y tuberías;
- Puertas;
- Estanterías;
- Rieles;
- Partes de vagones de ferrocarril;
- Entre otros.
Qué es el acero laminado en frío
El acero laminado en frío tiene un proceso diferente en relación con la temperatura (como su nombre indica). El procedimiento, también, se realiza con un rodillo, pero esta vez a temperatura ambiente.
El acero laminado en frío suele ser hasta un 20% más resistente que el laminado en caliente. El acero tampoco tiende a encogerse porque no pasa por el proceso de enfriamiento, y en términos de estética, acaba siendo más atractivo.
El laminado en frío aumenta la resistencia y la dureza del acero y reduce su ductilidad, es decir, es menos flexible que el laminado en caliente.
Aplicación del acero laminado en frío
Por su acabado liso y su gran dureza, la aplicación del acero laminado en frío es más amplia y constituye una buena parte de los artículos que utilizamos a diario. La decoración es un segmento que utiliza mucho este tipo de acero. Vea más ejemplos de aplicaciones a continuación:
- Barras;
- Tiras metálicas;
- Muebles de metal;
- Armarios de metal;
- Varillas;
- Recipientes metálicos;
- Sartenes y cacerolas;
- Armarios para computadoras.
¿Dónde encontrar acero laminado en frío y en caliente?
El proceso de laminación, tanto en frío como en caliente, es muy delicado y fundamental para garantizar la calidad del metal. Buscar una empresa que siga las rigurosas normas para las piezas metálicas es un primer paso para asegurarse de que está obteniendo un producto duradero.
Coppermetal, por ejemplo, trabaja desde hace más de 30 años ofreciendo metales y aleaciones metálicas a sus clientes. La empresa tiene su fiabilidad confirmada por el certificado ISO 9001, una de las mayores garantías para las empresas que trabajan en este segmento. ¿Quiere saber más sobre qué acero es el mejor para su empresa? ¡Póngase en contacto con nosotros ahora y una persona de nuestro equipo de servicio lo asesorará!